He vuelto y con un posteo banal. Basta de hablar cosas importantes. He venido a escribir huevadas.
Hoy, con un relato autobiográfico de los integrantes de este popular (en ascenso) blog.
Resulta que el martes, a mi, o sea a Miss Blonda, se le pinchó el neumático delantero derecho del Renault Clio Sony alias "el rojito" en el estacionamiento de la facultad.
(sí, voy en auto porque soy re oligarca! como diría mi querido compañero Herr Professor).
En el momento del incidente por mi mente se cruzaron 3 opciones:
1- llorar y llamar a mami.
2- llorar y llamar a la grúa
3- hacerme la boluda, volver a la facultad y buscar un macho musculoso que solucionara mi dilema.
La primer opción fue descartada desde el comienzo porque mi mami no atiende el cel hasta después de la 1 pm y en ese momento eran como las 12 pm. La segunda opción fue descartada por puro orgullo. No iba a llamar una grúa por una estúpida goma. Así que caminé bajo el candente sol del mediodía en dirección a la facultad en busca de amigos que pudieran auxiliarme. No encontré a ningún macho, a ningún musculoso, solo a Herr Professor. "Y bueh, es lo que hay", dije.
Blonda - Che Jere, tengo un problema. Se me pincho una goma, me ayudas a cambiarla?
Herr Professor - Sí, dale. Pero no se como se hace.
Blonda - Aha, bueno...Che Lula, tengo un problema. Se me pincho una goma, me ayudas a mi y a Jere a cambiarla?
Lula - Uh bajón!...Y daaaaaleeeee!
Barbi Corazón - Posta? Bueno me voy a mi casa.
Volvimos a la escena del crimen y nos pusimos a mirar entre los 4 la goma derretida sobre el adoquín. Pensamos algunas opciones por las cuales hubiera sucedido la catástrofe, entre las opciones estaban: un clavo, un pozo grande o una agrupación maliciosa.
Miramos, miramos, pensamos, discutimos, argumentamos, pusimos en tela de juicio nuestros argumentos, criticamos, hicimos una noticia en pirámide invertida, relatamos una crónica, citamos a Marx y nos rascamos la cabeza. Luego de haber comprobado que ningún aspecto de nuestra educación universitaria era aplicable a la situación, nos resignamos y empezamos a revolver el baúl para ver qué instrumentos teníamos para hacer el cambiazo.
Barbi Corazón, como buena amiga y compañera, no se fue a su casa, pero se sentó bien lejos a la sombrita y desde ahí tiraba algunas (inútiles) recomendaciones:
Barbi Corazón - Y no podes andar así?
Lula, Herr Professor y Gala - Noooo
Barbi Corazón - Ah no? Y si vas despacito?
L,HP, G - Nooooo
Barbi Corazón - Ah bueno...
Igual, tengo que explicar que la inactividad de Barbi Corazón no se debía a falta de espíritu de colaboración, sino porque, estábamos los 3 integrantes de la triada del infortunio (los mismos que hacemos este blog) y como nuestro nombre lo indica, siempre que estamos los tres juntos, un desastre sucede. Así que, por experiencia, hemos tomado ciertos recaudos tales como no andar juntos en medios de transporte y en ningún otro sitio que no sea bajo un techo y cuatro paredes. Así que cuando vimos que estábamos los tres frente a un dilema cotidIano (que no se daba bajo un techo y encima incluía un auto) uno debió hacerse a un lado para eludir tragedias. Y fue Barbi, porque el auto era mio y el "macho" era Jere.
Luego de 15 minutos de mirar a ver si por milagro el cambio se hacía solo, Herr Professor se tiró al suelo e intento sacar la tapita que dice Renault. No pudo, entonces intervino Lula que propuso que tal vez había que hacer presión hacía uno de los costaditos...y paf! la tapita salió. Hubo aplausos, abrazos y algunos "sos lo más, no vos sos lo más, no en serio, vos sos lo más".
El siguiente paso fue poner el gato, entender como funcionaba éste y subir el auto a una altura promedio en la cual la rueda quedaba girando. Lo que voy a contar a continuación es patético, pero viene a la narración:
Teníamos, ahora, que desatornillar los 4 tornillitos que sostenían la rueda al auto y, obviamente no podíamos, porque cada vez que girábamos uno, giraba la rueda entera. A 5 estudiantes universitarios (ahora también la novia de Herr Professor) les tomó 20 minutos darse cuenta que había que haber hecho eso antes de subir el auto con el gato.
El cambio de neumático le tomó a 5 jóvenes, nada más y nada menos, que 35 minutos de reloj y un dedito machucado (el mío).
Quisiera darle una mención especial a Herr Professor que cambió una rueda por primera vez y para hacerlo requirió ayuda de 4 chicas. Pero bien eh!
Ahora ya saben Lula, Julia, Barbi, Jere y yo misma, si su carrera universitaria no funciona. Nos ponemos una gomeria!
"Noti'n Teresa Neumáticos. Arreglos en, mínimo, 40 minutos"
Blonda, la rubia que sabe cambiar un neumático!
Pd2: Quiero dedicarle este posteo a nuestros fans Anónimos que siempre nos critican diciendo que nos creemos que nos las sabemos todas. Acá tienen, un posteo para que vean que somos humanos, mortales e ignorantes y no dioses posmodernos, como todos creen que somos. Queríamos que vieran todos que pese a que somos perfectos, no sabíamos cambiar una goma. Clin caja!