viernes, 30 de diciembre de 2011

Invencible

Dos gotas de agua posan en mis manos.
Una es inquieta,
se evapora antes de que la encuentre
mi olfato.

La otra permanece allí.
Danza inmóvil sobre mi.
Me cuenta secretos
y nos aflige con historias de su hermana,
la preferida del sol.

martes, 27 de diciembre de 2011

Sentencia para un no-nato

Esa música, que dura un instante - y todos en uno -,
nos hace viajar graciosamente - y también olvidar -,
en aquel cuento maravilloso,
que va del hombre bipedo,
al hombre alado...

¿Quién, amigos, sino la música?
- Única en el arte de parir.

lunes, 26 de diciembre de 2011

El oficio del mono

Aquello por lo que los hombres
nunca rien.
Los encuentra
con el pecho inflado,
y a la vez arrodillados.
Las lágrimas de su corazón apagado.

Frente al orgullo,
digo más,
frente a lo más serio de la humanidad.
No puedo más que
lucir mi traje de mono.

Divino,
serio,
la cúspide:
carcajadas.

También hay algo de hechicero en el juego:
danzar con lo que no existe,
- aún.

Pero de pronto mi mono se aflige:
Mira hacia adelante y,
con los ojos vendados
camina en dos patas...

¿Habrá sido el sendero desviado?
¿Quién dice cuándo es demasiado tarde?

jueves, 22 de diciembre de 2011

El oficio

Justo choqué con uno de los sanos.
Farfullaba sin despegar los dientes.
Lejos de entender, sentí lo que decía.
Que existencia más repugnante:
confundía mundo con sistema.

Nosotros, los enfermos,
consideramos sacrílegas tales palabras.
La vida empieza con la muerte;
contra ellas sólo se pueden dos cosas:
amarlas.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Nosotras

Las mulas caminan contra el viento.
Las mulas siempre tienen sed.
Las mulas beben cuando lloran.
Las mulas comen de las huellas (de la tierra).
Las mulas no tienen nombres.
Las mulas no rezan..
Las mulas espían con los ojos cerrados.
Las mulas conocen el límite de las palabras.
Las mulas tienen miles de voces.
Las mulas solo creen en el aire.
Las mulas saben lo que otras mulas piensan.
Las mulas no saben qué piensan,
(no saben, para qué piensan).

Las mulas dudamos con violencia.
Las mulas nos disfrazamos de esterilidad.
Nuestros hijos son invisibles - aun.

Las mulas bailan cuando todos duermen.
Las mulas no duermen,
Las mulas sueñan...

¡Rían hombres!:
Las mulas somos futuro, fruto y flor.

Allende las montañas

¿Y por qué la ciudad nunca calla?
Porque nadie quiere oir su silencio de muerte...

El silencio de vida sopla con el viento alto,
seco y solitario.
Donde la luz de sol baña de frescura;
y bebemos de ella,
y calma la sed.

La ciudad, distinta del silencio,
nada tiene para decir,
por eso nunca calla.

Pero cuando lo hace,
llena el espíritu de vacío:
y el más miserable
se vuelve el alma más rica.

(Nada es eterno;
excepto nada)