Pueden llamarlo loco por mil mañas, pero olvidan la más peligrosa: este loco, tiene la horrible manía de no olvidar...
***
¡Oye tú, enciende la luz!... Esta sombra quiere sentirse a gusto, otra vez. Pero, tú, no te sientas incómodo, esta sombra, que espía sin ojos, que siempre esta sobrando, es incapaz de ver. Pero huele tu miedo. Y siente nausesas. Y se exita.
***
Oigamos, dice el sensato.
Hablemos, dice el necio.
Tropecemos, dicen los hombres.
¡Volvamos a hacerlo!, dice quien vive...
Y somos pocos...
***
Hijo, nunca te arrepientas de nada... ¡A menos que no tengas de que arrepentirte!
Regla de oro para el buen artista.
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¡Oye tú, enciende la luz!... Esta sombra quiere sentirse a gusto, otra vez. Pero, tú, no te sientas incómodo, esta sombra, que espía sin ojos, que siempre esta sobrando, es incapaz de ver. Pero huele tu miedo. Y siente nausesas. Y se exita.
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Oigamos, dice el sensato.
Hablemos, dice el necio.
Tropecemos, dicen los hombres.
¡Volvamos a hacerlo!, dice quien vive...
Y somos pocos...
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Hijo, nunca te arrepientas de nada... ¡A menos que no tengas de que arrepentirte!
Regla de oro para el buen artista.
3 comentarios:
Ah! volvistessssss, vistessssss!!!
El consejo para el hijo, està rebueno.
De nada hay que arrepentirse, salvo de las locuras que no nos atrevimos a cometer.
Un abrazo.
has vuelto!!!
valia la pena esperar la inspiracion.
muy buen post!!
me gusto mucho la primera. =D
Ok, lo admito.
No comentaba este post porque no lo entendí.
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