Justo choqué con uno de los sanos.
Farfullaba sin despegar los dientes.
Lejos de entender, sentí lo que decía.
Que existencia más repugnante:
confundía mundo con sistema.
Nosotros, los enfermos,
consideramos sacrílegas tales palabras.
La vida empieza con la muerte;
contra ellas sólo se pueden dos cosas:
amarlas.
2 comentarios:
Hermètico, por lo menos.
Feliz navidad.
Un abrazo.
"Que existencia más repugnante:
confundía mundo con sistema."
Se acabó, denle a ese hombre los 10 mil dólares!
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