jueves, 3 de septiembre de 2009

Cómo hacer las compras del super y no morir en la cola de la caja



¿Está usted cansado de ir al supermercado y hacer interminables colas para pagar en la caja?
¿No tolera más tener que perder su valioso tiempo en abonar un simple paquete de fideos?
¿Está usted harto intentar hacer una compra veloz y terminar anclado por horas en el supermercado?
¿Quisiera hacer sus compras más veloces?

¡Ahora todo eso cambiará!
Con este instructivo usted podrá sobrevivir a una compra en el supermercado, ¡y más aún! ¡Querrá volver al otro día!

El momento más tedioso para ir al supermercado es cuando la compra es urgente. Aquí es cuando queremos acelerar las cosas, y al no poder, perdemos la paciencia con facilidad. Por eso es necesario tener en cuenta ciertas recomendaciones para hacer mas ágil el trámite.

Preparación:
Para empezar hay que tener en cuenta varios factores:
Primero el horario en el cual se desarrollarán las compras. Esto es muy importante ya que, en general, las compras urgentes se manifiestan al final del día, cuando, preparando la cena descubrimos que nos falta un ingrediente fundamental, o cuando estamos a punto de meternos a bañar y no tenemos shampoo, y salimos corriendo a conseguir lo indispensable.

Nota: Este es el horario donde todas las personas del barrio salen a hacer, como nosotros, las últimas compras urgentes del día. Esto significa que el supermercado va a estar atestado de gente.

Otro factor fundamental es la ropa que llevaremos al mercadito. Es importante tener en cuenta lo más cómodo para hacer todo con mayor rapidez. La vestimenta ajustada limita nuestros movimientos. Si utilizamos zapatos de tacón o de trabajo podemos resbalar, por lo tanto, recomendamos usar zapatillas con suela de goma que no patinan y sirven para derrapar en las esquinas de las góndolas. Aconsejamos, además, llevar ropa “ensuciable”, porque con tanto apuro las cosas se nos pueden chorrear.

Situación:

Estamos apurados, entonces, no hay tiempo para tomar changos ni canasto. Esto, además de quitar movilidad, nos provoca para comprar más cosas y no hay tiempo para ello.

La actitud que tengamos frente al deber es muy importante. En el fondo de nuestro ser podemos estar verdes de la ira por tener que estar ahí, en ese momento, con ese apuro. Pero no debemos exteriorizar nuestro odio. Es necesario canalizarlo porque existen clientes o cajeros que se aprovecharían de nuestro enojo y nos harían poner peor. Debemos lucir calmados con una leve cara de enojo, que no indique demasiado.

Un consejo recomendable es “olvidarse” de comprar algún producto. De esta forma agilizamos la compra y luego nos servirá para no aburrirnos en la cola. Deberemos ir a buscar el producto olvidado y podremos calmar las ansias mientras la demora se hace eterna.

Desarrollo:

Llegar a la cola puede ser o el momento más esperado (porque estamos cerca de irnos) o el más odiado (por el hecho de tener que enfrentar los más temido).
El criterio con el cual elegimos la caja es lo más importante y lo central de nuestro instructivo.
Detallaremos distintos tipos de cajas que debemos evitar.

Cajas rápidas de 15 productos máximo:

Estas cajas son las que más deben ser evitadas ya que todos creen que por llamarse “caja rápida” es efectiva como su nombre. Error. Estas suelen ser las cajas más lentas ya que la mayoría de la gente se coloca en ellas por su fama.
Otro de los motivos por los cuales hay que evitarlas son las personas que las elijen tales como:

A. Jubilados.
B. Estudiantes somnolientos.
C. Divorciados inexpertos.
D. Todos los anteriores juntos.

Para que los reconozca, le caracterizamos detalladamente cada clase de cliente:

A. Jubilados:

Estos inocentes viejecitos suelen ser los peores. Ellos, sabiendo que son vulnerables se aprovechan de esto y tratan de dar lástima poniendo su peor cara de jubilado estafado y pidiéndonos que por favor les cedamos el lugar que ellos solo tienen “dos cositas”. Ante esto debemos mantenernos firmes y recordar el motivo por el cual estamos ahí.
Otro de los motivos por los cuales debemos evitar a estas personas es porque alguno de sus 5 sentidos suele fallar en el momento de pagar y esto demora mucho la cola. Ya sea porque no ve de qué valor son las monedas, porque el importe no coincide con sus cálculos, porque no escucha lo que le dice la cajera, etc.

B. Estudiantes somnolientos.

Estos chicos no son tan peligrosos, casi siempre suelen estar más apurados que uno. El problema se manifiesta cuando tenemos delante de nosotros uno de ellos que hace 34 horas que no duerme y su coordinación comienza a fallar. Además siempre tienen la plata justa y lo que compran es mas caro, por lo tanto se pasan mucho tiempo juntando monedas de 5 centavos para llegar al importe total. Esto claramente nos demora en la cola.

C. Divorciados inexpertos.

Los divorciados son hombres, por lo general, que hace mucho tiempo que no viven solos. No saben hacer una lista de supermercado y siempre se olvidan algo. Son peligrosos porque al momento de pagar descubren que están llevando 4 paquetes de galletitas y ninguna comida para la noche. Claramente, ellos también demoran nuestra odiada cola.

Cajas de envío a domicilio:

Estas suelen ser más veloces que las cajas rápidas cuando el cliente sabe bien lo que quiere y la cajera colabora en apurar el trámite.
Pero aquí nos podemos llegar a encontrar con cajeras que no entienden la dirección y la preguntan 6 veces, hasta el punto de que toda la cola se sabe la dirección de memoria menos la chica.
Puede comenzar luego el debate del horario en que llegarán los productos a destino, esto provoca que el cliente saque su agenda y verifique en qué horarios estará en su hogar. Ese debate puede prologarse mucho.
Muchas veces los clientes no deciden qué productos llevarse consigo y cuáles dejar para que le envíen. Más tiempo de espera.
La peor parte puede llegar cuando al comprador se le informa el importe de recargo por cuadras fuera del área delimitada. Se suelen escuchar frases tales como: “Pero son 3 cuadritas nomás! De menos de 100 metros!”

Finalmente llegamos a las cajas clásicas. Estas resultan ser, para nuestra situación de compra urgente, las más eficaces:

Cajas Clásicas:

En estas nos encontramos con toda clase de gente, desde los fastidiosos jubilados hasta los exquisitos de envío a domicilio. Como en todas las cajas, esta también se puede demorar pero tiene grandes ventajas, Por ejemplo: En las cajas comunes se suelen colocar de forma equivocada las personas que querían envío a domicilio, para el momento en que descubren que ahí no se puede hacer esa encomienda, eliminamos 1 o 2 carritos completos delante nuestro.
También nos encontramos con personas que intentan abonar con extraños papelitos con valor de dinero que ellos mismos desconfían que sirvan para pagar algo, por lo tanto, quieren huir pronto del lugar. Así, más rápida va la caja.
Por último tenemos nuestra clase preferida de clientes, estos están mucho más apurados que nosotros y tienen, les aseguro, urgencias sumamente importantes. Estos son las mujeres con hijos. Estas señoras suelen ser las que más productos lleven pero son las personas que más rápido quieren abandonar el supermercado. Tienen urgencias múltiples y los chicos suelen estar fastidiando a su alrededor y provocando que se acelere, afortunadamente para nosotros, la cola.


Si los pasos detallados anteriormente se siguen de forma aplicada podremos, entonces, llevar a cabo nuestras compras urgentes en un lapso máximo de 20 minutos.
Nota: El tiempo depende de la distancia promedio de su supermercado vecino.

Esperamos que estos consejos le hayan sido útiles y los lleve a la práctica cotidiana para una vida más fácil, ágil, menos estresante y llevadera.

Blonda!

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